lunes, 30 de junio de 2014

Caballo Negro Azabacheee... Otro curso que se fue.


Así empieza una magnifica ranchera, que lo que es a mi, me va de perlas para introducir esta entrada, en la que pretendo hacer un poco de reflexión sobre lo acontecido en este año 2014, año del caballo, por cierto, en la tradición china.

Ahora que hemos terminado los entrenamientos, y estamos al filo de el verano y las fiestas de San Fermin, uno hecha la vista a tras y ve que, definitivamente, esta ha sido una temporada muy distinta a la anterior. Si 2013 fue el año del Sanda, este ha sido el de la vuelta a las raíces (y es que no hay Yin sin Yan). Si el año pasado hicimos cross-training con Boxeo y practicamos sin piedad el combate, este 2014 hemos entrenado formas, aplicaciones y armas de manera intensiva; por tanto, si el año pasado echaba de menos algo mas de tradicional, este me hubiese gustado pelear más… y es que nunca estamos contentos, he?

En lo personal, ha sido un año magnifico para mi, ya que he tenido a mi primer hijo (un chaval estupendo y fuerte, que seguro que va a terminar con mi juventud), y en lo deportivo no puedo quejarme tampoco ya que conseguími primera medalla en un torneo de alto nivel, algo que me ha animado mucho a seguir esforzándome por progresar en este camino del Kung Fu.

Mirando un poco hacia dentro, puedo estar satisfecho con mi rendimiento, y a mis 35 años es posible que este en mi mejor forma física (ciertamente el Hung Gar ha cumplido con migo en ese punto), aunque a nivel técnico he detectado ciertos “descosidos” que sin duda me van a traer loco la temporada que viene, si es que quiero mejorar de nivel de una vez por todas.

A cuenta de todo esto, el otro día me preguntaba un amigo mío, que si tras entrenar estos años artes marciales (Karate decía el…) había obtenido lo que esperaba de ellas: mejorar mi defensa personal, mi físico, quemar estrés y conocer gente interesante… y la respuesta fue un SI.

Rotunda y sinceramente el Hung Gar ha cumplido mis expectativas y objetivos, aunque aun me quede un largo camino por recorrer…

Pero ya lo decía Bon Scott, “It´s a log way to the top”