lunes, 23 de abril de 2012

Las Formas en el Kung Fu: Repetir una y otra vez

¿De que me sirve repetir las formas de kung-fu una y otra vez?

Esta es una de las preguntas recurrentes que nos encontramos en el mundo de las artes marciales. Primero, es necesario matizar que el que un estudiante sepa muchas formas no significa que tenga un buen nivel de kung-fu. Dependerá de su nivel de asimilación de éstas y esto, a su vez, es función directa de las variables que exponemos a continuación.

Es verdad, que las formas incluyen los elementos básicos de un estilo: técnicas de golpeo, posiciones, desplazamientos, tácticas, etc.,… pero los atributos que contienen sólo se pueden asimilar tras repetir una y otra vez la secuencia.

En primer lugar, sólo la ejecución reiterada de las formas te permite aprender la biodinamica del sistema, igual que el boxeador o el luchador de kick-boxing pasa horas delante del espejo haciendo sombra para hacer de sus movimientos algo natural y aprender a encadenarlos.


 En segundo lugar, esta el binomio técnica-aplicación pero entendido no como una magnitud constante sino dinámica. Frente a otros sistemas diseñados para resolver la situación A empleando el recurso B, los movimientos de las formas no están pensados para dar solución a una contingencia determinada sino que el estudiante, una vez asimilados mediante su práctica consciente, ha de ser capaz de emplear un mismo movimiento para diferentes aplicaciones. Uno de los ejemplos más evidentes es el Kwa-choi, que puede servir como técnica de golpeo, de defensa o bloqueo o de luxación.

Llegar a adquirir esa capacidad requiere primero la práctica de la forma para, como hemos dicho, asimilar la biodinámica de los movimientos pero después el estudiante ha de descomponer la forma en sus elementos básicos y estudiar las posibilidades que estos ofrecen. Esto es un trabajo netamente personal y aunque el Sifu puede mostrar muchas de las aplicaciones, es habitual que el practicante aplicado descubra otras nuevas que pudieron pasar desapercibidas incluso a sus Maestros. Naturalmente, esto será el resultado un proceso más o menos de largo de aprendizaje a través de la práctica continuada y puede entrar en confrontación con la mentalidad occidental, condicionada a la obtención de resultados rápidos.

Desde luego, el trabajo de las formas es inútil si no se practican desarrollando el foco o intención. Esto significa que debemos ejecutarlas como si estuviéramos combatiendo realmente con un adversario real; cada golpe, cada bloqueo deben realizarse con la velocidad y potencia necesarias para percibirse eficaces. Y en este punto fallan muchísimas veces los practicantes.

Tampoco hay que olvidar que las formas constituyen una herramienta de acondicionamiento físico. Para fortalecer nuestras piernas podemos acudir a realizar series de sentadillas con barra olímpica cargada; pero también podemos ejecutar las formas del kung-fu en posiciones muy bajas para lograr mismo objetivo. Sin olvidar el excelente trabajo cardiovascular que representan; cualquiera que haya intentando ejecutar el Siu Mui Fa en menos de un minuto podrá atestiguar esta afirmación.

Por otro lado, sería un error adoptar el trabajo de las formas como la base del entrenamiento. El siguiente paso ha de ser la práctica de las técnicas y sus encadenamientos que aparecen en las secuencias tradicionales con un compañero para su completa asimilación, planteando diferentes situaciones de combate. En definitiva, se trata de diseñar un combate preestablecido.

Y por último, deberíamos acudir al trabajo de sparring que tendría como objetivo final el combate libre, donde se debería intentar aplicar la filosofía y técnicas de pelea del estilo adaptadas desde luego a las exigencias de dicho combate. Por ejemplo, a la hora de practicar las formas nuestras posiciones han de ser bajas para fortalecer las piernas, por lo menos en una primera etapa del entrenamiento, pero en combate no han de serlo tanto como para perjudicar nuestra movilidad ni tampoco tan altas como para menoscabar la estabilidad. Y es muy posible que la ejecución de algunas técnicas deba adaptarse a las circunstancias pero los conceptos relativos a desplazamientos, distancias, areas de golpeo y defensa, ángulos, etc.,… pueden y deben de ser los mismos.

Para concluir, también podemos contemplar las formas como una modalidad de meditación en movimiento. Concentrar la mente en mover nuestro cuerpo de la forma precisa sin atender ninguna otra consideración, persiguiendo lograr la relajación necesaria para desarrollar la potencia debida, constituye de por sí un excelente trabajo de meditación.


Por Sifu Jaime Nieto
Instructor jefe de la Escuela de Choy Li fut Hung Sing de Artes Marciales en España

miércoles, 18 de abril de 2012

Viaje Al Oeste, Las Aventuras del Rey Mono


Viaje al Oeste es uno de los grandes clásicos de la literatura oriental, escrito de forma anónima alrededor del año 1590. La historia nos relata una versión mitológica de las aventuras del monje budista Chen Hsüan-Tsang (tambien conocido como Tripitaka) en su peregrinación a la India para conseguir las escrituras Budistas originales (recordemos que el Budismo proviene de la India).

A lo largo de sus más de 2000 paginas, Viaje al Oeste recoge antiguas leyendas chinas, tradiciones de todas clases, y sin embargo nos las presenta como un todo completo y coherente, entretenido de forma y trascendente en el fondo, siendo una de las pocas obras con las que los occidentales podemos llegar a atisbar los entresijos de la mentalidad y filosofía orientales.

El personaje que debería ser el centro de la narración es histórico, Chen Hsüan-Tsang, fue un monje que vivió durante la transición entre la dinastía Suei (581 – 618) y la dinastía Tang (618 – 907), periodo convulso (y, por tanto, interesante, como dicen los propios chinos), en el que se reunificó China hasta alcanzar, más o menos, una extensión semejante a la actual. En ese momento, las tres religiones más extendidas (Budismo, Taoísmo, Confucianismo) estaban a la par, al dejar de ser esta última la religión oficial del país. Sin embargo pronto descubriremos que el verdadero protagonismo de este historia épica es robado por sus tres seguidores, que no son otra cosa que tres temibles demonios que buscan su redención  a los ojos de Buda haciendo de servidores y guardaespaldas del monje en su peligrosa aventura. Pero de entre ellos no es otro que Sun Wu Kung, el Rey Mono, el que brilla con más fuerza, llegando a ser en definitiva el verdadero protagonista de la historia.

Peregrino Sun, como también se hace llamar, es un espíritu libre, bromista, travieso, pero también un fiero exterminador de demonios, guerrero sin igual y un poderoso mago taoista. Sus travesuras, batallas y dilemas morales llenan las páginas de este libro, aportándole la vitalidad que le permite a uno leerlo completamente y disfrutar de su merecido final.

Léase, como todos los clásicos, con un poco de paciencia, pero la diversión está asegurada. Así como el alimento con el que saciar la curiosidad.

Cuatro peregrinos (cinco, con el caballo) en busca de la sabiduría a través de varios miles de páginas

martes, 10 de abril de 2012

Forma Fu Hok Seung Ying 虎鶴雙形


Es realmente sorprendente lo bien que realiza la complicada forma de Hung Gar, Fu Hok el anciano maestro Yeung Dakyau 杨德友師傅 a la venerable edad de 90 años.

Agilidad, flexibilidad, KunSifu Yeung Dakyau se cubre de gloria. Es que uno se queda sin palabras al verlo realizarla conservando el aliento en el proceso.

Viendo demostraciones como estas, nos damos cuenta de lo lejos que podemos llegar en este camino de las artes marciales, dándole de paso un nuevo lustre a ese viejo dicho:

“El buen Kung Fu no tiene sexo ni edad”



lunes, 2 de abril de 2012

Gordon Liu se encuentra mejor

Como algunos sabréis, el año pasado el actor Gordon Liu, conocido especialmente por su papel protagonista en films como La Trilogía de las 36 Cámaras de Shaolín, El Ultimo Héroe en China, El Luchador Invisible y más recientemente en colaboración con Quentin Tarantino en el Film “Kill Bill” interpretando al famoso maestro Bai Mei (Ceja Blanca), sufrió un grave accidente cerebro vascular.


Según citaron fuentes oficiales, se informo en un primer momento que Gordon Liu había sido hospitalizado con una herida en la cabeza. Lamentablemente, salio a la luz la causa real del accidente que en realidad habría sido un fallo cerebro vascular, que a sus 56 años de edad, le habría dejado con inmovilidad severa en la mano derecha y la pierna, así como deterioro del lenguaje.

El incidente ocurrió mientras Gordon estaba participando en con su banda en Kwa Wan en agosto. El comunicado de prensa oficial dijo que había sido golpeado en la cabeza y que iba a tomar un descanso en su trabajo. En el último número de la revista Next Magazine, se aclaró que en ese día, Gordon había sufrido realmente un accidente cerebro vascular, que lo hizo caer teniendo la mala suerte de estrellar su cabeza contra una escalera cercana, lo que resultó en una herida de 5 pulgadas en el lado izquierdo de su cabeza.

Pues bien, la buena noticia es que en su Faceboock el propio actor y maestro de Hung Gar ha declarado que se encuentra fuerte y decidido a recuperarse.

Una gran noticia para sus amigos y fans por todo el mundo, y desde este blog le deseamos la mejor de las fortunas y una pronta recuperación.