miércoles, 29 de junio de 2011

Ya llegó el verano!

“Ya llego el veranooo, ya llego la frutaaa, y el que no se agacheee, es un diputadooo…”
   
Con esta cancioncilla popular, cortesía del movimiento 15M, quería comunicaros a vosotr@s, lectores y lectoras del blog, que inauguro oficialmente el verano, con todo lo que eso conlleva:

Llegan las fiestas de San Fermin de Pamplona, las muchas y muy diversas fiestas de los pueblos y barrios, el calor, los viajes, las cervezas fresquitas,  la playa, la montaña, las excusas para no entrenarnos debidamente… y en definitiva es una época para olvidarse de las penas y disfrutar más de la vida.

También es una muy necesaria rotura de la rutina, y eso podría trastocar (mucho o poco, ya se vera) la supuesta periodicidad semanal de este blog. Supongo que podréis disculparme por estas futuras transgresiones, por que, reconocerlo… tampoco el verano es una época para pasarla delante del ordenador ;-p

En cualquier caso, en verano continuare colgando los artículos que buenamente crea interesantes, así que tampoco os olvidéis completamente  de mi ;-)

Pues eso Monos de Kung Fu, ¡¡a disfrutarlo!!

lunes, 20 de junio de 2011

Kung Fu Panda 2

El otro día pude ver la ultima película de Po, el panda gordinflón que llego a convertirse en un poderoso guerrero kung fu.

Aunque no soy un gran aficionado al genero, si he de reconocer (para sorna de mi pareja y amistades) que me encanto la primera entrega de esta saga. Kung Fu Panda resulto ser una magnifica historia de superación a trabes de las artes marciales, cuya moraleja es que cualquiera puede alcanzar la excelencia y la satisfacción personal (por no hablar de la alucinancia) si le pone suficiente voluntad y esfuerzo.

Además la historia viene presentada a trabes de una combinación de estilos artísticos muy apropiada. Me encanta el estilo del dibujo tipo comic que se intercala con las escenas digitalizadas que componen la mayoría de la película, y que también pueden verse en su segunda entrega, y todo sigue los patrones de la cultura china tradicional, sin caer, en mi opinión, en una folclorizacion degradante de la misma.

Con estos antecedentes, vi la segunda parte de la saga, y puedo decir que me gusto, aunque no me pareció tan redonda como la primera.

La historia esta bien, nos cuenta una historia de orgullo y venganza que arrastra a Po hacia su oscuro pasado, y que le enfrenta, junto a los Cinco Furiosos, con un magnifico villano y su ejercito de lobos. Nos habla también del dramático cambio que supuso, históricamente, la introducción de las armas de fuego en la mentalidad marcial en oriente (y de occidente en realidad), y de la lucha que siguió cuando los valores guerreros tradicionales pugnaron por encontrar su lugar en esta nueva situación.

Dibujo original de Galgard
Técnicamente Kung Fu Panda 2, abusa, en mi opinión, de la imagen en 3D, llegando a resultar algo mareante en algunos combates, ya que tanta profundidad despista de los movimientos, privándonos en cierta medida de la emoción del las peleas; aunque progresivamente uno se va acostumbrando; y como en la primera, alterna con escenas de flashback en formato comic, que encuentro geniales.

Ya por ultimo destacare que en esta segunda entrega se hace especial énfasis en los Cinco Furiosos (Especialmente en Tigresa), que en realidad no dejan de representar a los Cinco Animales mas importantes dentro de los estilos de Wushu de Shaolin, y en las técnicas de combate con armas que forman parte indivisible del aprendizaje marcial en la mayoría de los estilos de lucha chinos.


Asi, destacaria el inteligente uso del Abanico y el Pudao por parte del malvado de la historia, al igual que la introducción de aspectos interesantes del Wushu Chino como la “Palma de Hierro” de tigresa, o la importancia de los estilos internos (como el Tai Chi Chuan).

Así pues, y a modo de conclusión, puedo decir que aunque menos que la primera, Kung Fu Panda 2 me ha parecido entretenida, y os animo a verla.


lunes, 13 de junio de 2011

Cine Marcial: Bodyguards and Assassins

Este fin de semana ha estado repleto de actividad, empieza el buen tiempo y con el llega la hora de disfrutar de las fiestas de barrios y pueblos, que serán coronadas en Julio por las de San Fermin en Pamplona.

Por nuestra parte, nuestra escuela de Hung Gar celebro el pasado Sábado en las calles de Pamplona una exhibición por la reapertura del Restarante Hong Kong, la cual fue todo un éxito de publico, y que se merece un articulo mas detallado, que haré tan pronto reúna el material grafico pertinente.

Ya el Domingo, como cierre de un fin de semana tan frenético y marcial, pude disfrutar de una de las mejores películas de artes marciales (si no la mejor) de los últimos dos años: Bodyguards and Assassins, de Teddy Chan, que arraso en los Hong Kong Film Awards de 2010.

Aquí os dejo la crítica de la película de Casa Asia, por Eduard Terrades. No os la perdáis:


La última sensación proveniente de ese magnifico oasis capitalista de la china comunista es Bodyguards and Assassins, un blockbuster crítico con el asedio político practicado por el gobierno de la República Popular de China desde los tiempos en que los británicos incautaron la zona de Hong Kong, que ningún historiador de cine debería perderse. Y menos aún cualquier aficionado al cine de acción asiático.

Año 1901. Primer asesinato político de Hong Kong. En 1905, Sun Wen, un revolucionario exiliado, emprende acciones desde el núcleo de la resistencia en pleno centro de Hong Kong. Varias familias chinas exiliadas le siguen la corriente e intentan promover una revolución que termine con las ansias imperialistas del Emperador, con la utopía de construir la Primera República Democrática China. Varios espías del gobierno de Pequín se infiltran en las calles del ya por entonces bullicioso Hong Kong, ante la pasiva mirada de los gobernadores británicos. Su objetivo: asesinar a Sun Wen. Pero no les resultará tan sencillo penetrar en el corazón del grupo revolucionario, pues estos cuentan entre sus filas con expertos luchadores de kung-fu. A grandes rasgos este es el argumento de esta superproducción rodada por Teddy Chan, partiendo en todo momento de unos hechos históricos y de unos personajes que en verdad existieron. Un relato que se expande con fuerza en sus más de dos horas de metraje, equilibrado y estructurado en dos partes muy diferenciadas: mientras que en la primera hora asistimos a las confabulaciones de ambos bandos y a la presentación de todos los personajes relevantes, en la segunda hora presenciamos los diferentes enfrentamientos para salvaguardar la integridad física del líder revolucionario.

Ante todo, Bodyguards and Assassins es una película histórica, que se aprovecha de esos acontecimientos políticos y sociales de la época para evolucionar hacía un tipo de cine negro en el que el espionaje y las alianzas familiares desempeñan un factor fundamental para el desarrollo de la trama. Puede que ese hermetismo histórico frene a esos espectadores indecisos, pero seguro que su opinión cambia si les decimos que Donnie Yen interviene en ella para aportar su granito de arena marcial que reactiva la acción en esas secuencias necesarias para no aburrir al neófito que desconozca las coordenadas del cine de Hong Kong. Son pequeños enfrentamientos secundarios algo violentos que aportan la ración habitual de artes marciales tan idiosincrásica del cine de la ex-colonia británica. Son pugnas que aportan coherencia a la historia y al título del filme. No son muy realistas, pero si espectaculares y de una contundencia extrema en según que escenas.

Otras virtudes ha destacar son esas explosiones tan bien filmadas, persecuciones muy cinematográficas (la última de todas imitando la bajada de las escaleras de El Acorazado Potemkin), extremo perfeccionamiento técnico en las escenas de acción, una cuidada recreación del Hong Kong de principios del siglo XX, (excelente diseño artístico) y una tardía reivindicación de los principios democráticos en un territorio en el que por ley seguirá prevaliendo el régimen capitalista hasta el año 2046. Y es que seguramente al gobierno chino no le debe haber sentado muy bien que esta producción se haya convertido en la película más taquillera de Hong Kong y Macau durante dos meses consecutivos, y que encima consiguiese hasta ocho premios en los Hong Kong Film Awards 2010. Pero ya se sabe que este reducto territorial del capitalismo desenfrenado sigue buscando sus libertades individuales como esos personajes que en su día fueron considerados unos terroristas y que un siglo después son recreados como unos auténticos héroes cotidianos revolucionarios. La historia no se ha deformado, sigue siendo la misma, pero la percepción que se tiene de ella varía en función de quien la cuenta, y precisamente Teddy Chan juega con esta ambigüedad sin perder ni un solo ápice de ritmo y de lo que podríamos definir como cine comercial de autor. 

martes, 7 de junio de 2011

El Jin, la Potencia en las Artes Marciales

Merced de la traducción de nuestros amigos de la Escuela Hung Sing Dragon Blanco, y con su consentimiento, hoy voy a mostraos un interesantísimo articulo del Dr. Yang, Jwing-Ming, reputado maestro de Kung Fu y escritor de numerosos libros y artículos; en el que nos ofrece una introducción breve y esclarecedora del concepto del Jin.

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Dr. Yang, Jwing-Ming
El Jin, o potencia en las artes marciales, se divide generalmente en tres categorías: Jin duro, Jin suave-duro y Jin suave. De éstos, el que más emplea la fuerza muscular es el Jin duro, seguido por el Jin suave-duro y, en último lugar, el Jin suave. No obstante, independientemente de uno u otro, para generar la máxima potencia debemos contar con la fuerza del cuerpo físico (Yang) y un suministro suficiente y fluido de Qi circulante (Yin). “Qi”, que pronuncia Ki en las artes japonesas, es la palabra china para “energía” y se asocia a todas las formas de energía del universo. En las artes marciales y el Qigong hace referencia específicamente al Qi humano, es decir, a la bioenergía o fuerza vital que se encuentra dentro de cada célula del cuerpo humano.

La fuerza física externa que se manifestra en determinados movimientos corporales se denomina “Jin Externo” y es una manifestación Yang de Jin. La recolección y circulación interna del Qi se llama “Jin Interno” y es la manifestación Yin de Jin. Cuando lo interno y lo externo se coordinan y apoyan mutuamente de manera armoniosa y eficiente, hablamos de “la unificación de lo interno y lo externo”.

También hay que entender que el Jin puede ser dividido de nuevo en Yang Jin (comúnmente llamado “Jin atacante”) que es agresivo y se emplea para atacar y Yin Jin (comúnmente denominado “Jin defensivo”) que tiene naturaleza defensiva. Hay otra categoría de Jin que no es ni para atacar ni para defender. No importa la categoría, cuando el Qi se manifiesta en forma física, hablamos de “Emisión de Jin” (Fa Jin).


Vamos definir qué es el Jin y cómo se clasifican los diferentes Jin. En teoría, para activar los músculos y generar fuerza, la mente debe conducir el Qi al área donde los músculos deben ser estimulados. Por ejemplo, cuando se va a empujar un coche, primero debemos generar una idea para que, de esta manera, se genere una fuerza electromotriz (FEM).  A partir de esta FEM, el Qi es conducido a los músculos que deben ser activados. Mediante el sistema nervioso (un sistema altamente conductor de la electricidad) los músculos se estimulan y se contraen lo que, a su vez, genera la acción.

El Diccionario Chino ofrece dos significados principales para “Jin”. El primero es “fuerte, musculoso, inflexible o implacable” y se aplica en general a objetos inanimados. Por ejemplo, “Jin Feng” significa viento fuerte. También puede aplicarse a sensaciones más abstractas de la fuerza, como en “Jin Di” que quiere decir enemigo enconado o encarnizado.

La segunda definición del diccionario para Jin es “Qi-Li” o “Li-Qi” y se refiere a los músculos que están sustentados por el Qi. Li se utiliza cuando sólo usamos nuestros músculos. Pero cuando concentramos nuestra mente y la utilizamos para  ordenar a nuestros músculos hacer algo, el Qi fluirá donde nos estamos concentrado y animará esos músculos. Esto se considera Jin.

Hay muchos tipos de Jin, pero lo único que tienen todos en común es que tratan con el flujo de Qi. El tipo más obvio de Jin es el “Jin manifiesto”, cuando podemos ver algo sucediendo, o cuando empujamos a alguien. Barruntar el movimiento de una persona o su energía también se considera un tipo de Jin. De hecho,  en los niveles más elevados de “Jin de detección”, se es capaz de sentir realmente el flujo de Qi de nuestro oponente y, por tanto, de conocer sus intenciones. Estos tipos de Jin se mejoran incrementando el flujo de Qi hacia nuestra piel. En general, a mayor nivel de Jin, mayor Qi y menos fuerza muscular se emplea

En las artes marciales, se dice que el Jin no es sólo fuerza muscular. Esto significa que, aunque debemos usar nuestros músculos cada vez que nos movemos, Jin es algo más que mera fuerza muscular y una correcta alineación. Hay varias clases diferentes de Jin manifiesto. Cuando empleamos fundamentalmente fuerza muscular, además del Qi y nuestra mente concentrada, se considera Jin duro. Esta clase de Jin es fácilmente constatable si vemos los músculos en tensión. Cuando se reduce el uso de los músculos de forma que éstos y el Qi participan a partes iguales en el Jin, hablamos de Jin suave-duro. Y cuando el empleo de los músculos se reduce al mínimo y el Qi representa el papel principal, tenemos el Jin suave. El Jin suave-duro y, especialmente, el Jin suave se expresan normalmente en forma de pulso. El Jin suave se compara a menudo con un látigo, que puede desarrollar una gran cantidad de fuerza en un lapso muy corto de tiempo y concentrarla en un área muy pequeña. Cuando chasqueamos un látigo, queda suelto, flojo, como si transmitiera una onda o pulso de energía a lo largo de toda su longitud hasta la punta. Del mismo modo, cuanto se utiliza el Jin suave los músculos permanecen relativamente relajados como si transmitiéramos un pulso de energía a través del cuerpo. Esto se hace con los tendones y los extremos de los músculos, con el apoyo del Qi.

Cuando se manifiesta el Jin suave, la emisión de Jin es un pulso de energía relativamente, corto, fluido y relajado, sin ningún tipo de cambios angulares en la dirección.  El pulso puede ser largo o corto, cerca del cuerpo o a distancia. Puede ser una contracción repentina y expansión a medida que hacemos saltar al oponente, o un “espasmo” aún más brusco como cuando golpeamos o rompemos algo.


Esta ilustración quizás nos ayude a entender la diferencia entre Jin y fuerza muscular (Li). En el gráfico, la coordenada vertical representa la profundidad a la cual puede penetrar la fuerza y la horizontal el tiempo transcurrido. Las áreas bajo las curvas representan la fuerza generada por cada una. Suponemos que las áreas bajo las curvas son iguales, es decir, la fuerza generada por cada curva es la misma.

En la curva 1, la fuerza se genera, alcanza su máximo, se mantiene ahí por un tiempo y luego cae a cero. Sin un fuerte apoyo del Qi, este es un ejemplo típico de Li; predomina la fuerza muscular y la penetración es limitada, como en el golpe medio. Sin el apoyo del Qi, sería considerado Jin duro.
 
En la curva 2, tanto los músculos como el Qi están involucrados y la fuerza está en su máximo durante un tiempo más corto. Puesto que la fuerza generada es la misma que en la curva 1, el pico tiene que llegar más alto lo que significa que hay una mayor penetración. En orden a lograrlo, los músculos deben estar relajados para permitir que el Qi fluya sin problemas y pueda apoyarlos ya sea desde el área local o el Dan Tien inferior (campo de elixir). El Dan Tien inferior está localizado en el punto medio de nuestro abdomen, y se le considera el centro del sistema circulatorio de energía del cuerpo. Esta es la idea general del Jin suave-duro. En este Jin, el cuerpo está flexible y relajado para que el Qi pueda ser dirigido al área donde el Jin será manifestado. Una vez que llega el Qi, una ligera pero intensa tensión muscular es generada intencionalmente y la fuerza se manifiesta. Este es el Jin usado predominantemente para golpear en los estilos marciales suaves-duros como el Kung-fu de la Grulla Blanca

En la curva 3, el tiempo en se genera la fuerza es aún más corto. Los músculos deben estar extremadamente relajados para generar y expresar esta fuerza tan pronunciadamente penetrante. Para alcanzar una fuerza que penetre profundamente, la velocidad es un factor fundamental de éxito. Naturalmente, el Qi desempeña el papel principal en el Jin suave. La curva 3 es el Jin usado típicamente para golpear en las artes internas, como el Taijiquan (Tai chi chuan).

Desde el punto de vista de la utilización del músculo, la curva 1 es como un bastón de madera, la curva 2 como un bastón de caña y la curva 3 como un látigo. El bastón de madera es rígido como los músculos tensos, la caña es mas flexible, y el látigo es blando; su poder es fuerte y concentrado. Pero incluso la curva que representa un alto nivel de potencia, todavía no constituye el más alto poder en las artes marciales. El nivel más alto de la manifestación de Qi en Jin puede ser representado por la línea 4. Aquí, la fuerza muscular se reduce al mínimo y el Qi desempeña el papel fundamental en la manifestación de fuerza. Cuando un artista marcial ha alcanzado este nivel, es capaz de transportar su Qi dentro del cuerpo de su enemigo a través de las cavidades de acupuntura para conmocionar los órganos y causar daños o la muerte instantánea. El tiempo empleado es extremadamente corto y la penetración es más profunda que la que es posible con Jin o Li. Esto se conoce como la habilidad de “Presionar Cavidades” (Dian Xue) o “Presionar los Canales de Qi Primarios” (Dian Mai / Dim Mak). Para que estas técnicas sean efectivas es necesario una detallada compresión del sistema de circulación energética del cuerpo humano así como de qué puntos son vitales y a qué hora del día.

(El Dim Mak es una disciplina controvertida y es considerado un mito en los tiempos modernos. Muchas personas no creen que sea posible y, de hecho, tampoco creen que exista el Qi o el sistema de circulación energética del cuerpo humano. Sin embargo, en el ámbito de las artes marciales chinas tradicionales es muy conocido y comprendido. Además, durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses realizaron extensos estudios sobre el sistema de circulación del Qi, aplicando técnicas Dim Mak a civiles chinos capturados en el territorio Manchú (Noroeste de China). Mediante un cuidadoso registro de los datos resultantes de estos “experimentos”, torturando y asesinando a muchas personas en el proceso, verificaron la exactitud de sus conocimientos sobre el sistema circulatorio energético del cuerpo humano y la efectividad de las técnicas Dim Mak. Esta información ha sido publicada en otros países y estuvo disponible para publicación en Estados Unidos pero al leer los detalles, se decidió que era inmoral y peligroso publicarla.)



Li esta próximo al Jin duro, donde la fuerza muscular desempeña el papel principal en la manifestación de energía. Se dice que el Jin duro proviene de los huesos y los músculos. El Qi es mantenido desde el área local. El Jin suave-duro y el Jin suave se origina en los tendones que son apoyados fuertemente por el Qi, generado en el Dan Tien Inferior. Dado que en el Jin suave-duro y en el Jin suave el énfasis recae en los tendones, las fibras musculares pueden relajarse, permitiendo que el Qi fluya a través de ellas apoyándolas. Cuando nuestra fuerza procede de los huesos, sufrimos una fuerte inclinación a resistir y oponernos directamente a la fuerza del contrincante. Pero cuando la fuerza se deriva de los tendones es más fácil ser flexible y esquivo, despareciendo de delante del ataque del oponente y apareciendo en su punto débil.

Para conseguir un Qi más fuerte, necesitamos una mente meditativa, capaz de generar una potente FEM. Mediante esa concentración, podemos elevar nuestro espíritu a un estado altamente centrado desde el que podemos gobernar todo nuestro ser más eficientemente. Cuando esto sucede, somos capaces de manifestar nuestro poder físico al máximo.

Sobre el Autor del artículo. 

El Dr. Yang, Jwing-Ming nació el 11 de agosto de 1946, en Xinzhu Xian, Taiwan, República de China. Empezó su entrenamiento Wushu a la edad de 15 años con el Maestro Cheng Gin-Gsao, según el estilo Shaolín de la Grulla Blanca (Bai He). El Maestro Cheng aprendió el principio Taizuquan, de niño, con su padre. A los 15 años de edad empezó a estudiar la Grulla Blanca como el Maestro Jin, Shao-Feng y siguió con él durante 25 años hasta la muerte del Maestro.


En 30 años de estudio (1961-1974) con el Maestro Cheng, el Dr. Yang se hizo un experto en el estilo de la Grulla Blanca de las artes marciales chinas, tanto con las manos vacías como con diversas armas (sable, palo, lanza, tridente, dos barras cortas y otras muchas armas). Con el mismo Maestro estudió también Qin Na (o Chin Na) de la Grulla Blanca, masajes Tui Na, y Dian Xue y tratamiento de hierbas.

A la edad de 16 años, el Dr. Yang empezó el estudio de Taijiquan (estilo Yang) con el Maestro Kao Tao. Después de aprender con el Maestro Tao, el Dr. Yang siguió estudiando e investigando el Taijiquan con varios maestros y practicantes con experiencia, como el Maestro Li, Mao-Ching y el Sr. Wilson Chen, en Taipei.

El Maestro Li aprendió Taijiquan con el famoso Maestro Han Ching-Tan, y el Sr. Chen, con el Maestro Chang Xiang-San. El Dr. Yang ha dominado el Taiji con manos limpias, empujando con las manos, la secuencia de dos hombres luchando, la espada Taiji, el sable Taiei y el Qigong Taiji.

Cuando el Dr. Yang tenía 18 años entró en el colegio Tamkang de Taipei Xian, para estudiar Física. En dicho colegio empezó el estudio del tradicional Puño largo Shaolín (Changquan o Chang Chuan) con el Maestro Li Mao-Ching, en el Club Guoshu del Tamkane, y llegó a ser ayudante del Maestro Li. En 1971 se graduó en física en la Universidad Nacional de Taiwan y pasó a prestar servicio en la Fuerza Aérea China, de 1971 a 1972. En el servicio militar, el Dr. Yang enseñó física en la Academia de Jóvenes de las Fuerzas Aéreas Chinas, al mismo tiempo que el Wushu. Después de licenciarse con honores en 1972, volvió de nuevo al colegio Tamkang para enseñar física y reanudar los estudios con el Maestro Li Mao-Ching. Con el Maestro Li, el Dr. Yang aprendió el estilo Wushu del norte, que comprende tanto las técnicas de manos vacias (especialmente el movimiento de pies) como el uso de numerosas armas.

En 1974 el Dr. Yang fue a Estados Unidos para estudiar Ingeniería Mecánica en la Universidad Purdue. A petición de algunos estudiantes, el Dr. Yang empezó a enseñar Kung Fu, lo que dio origen, en la primavera de 1975, al Club de Investigación de Kung Fu Chino de la Universidad Purdue. Mientras estuvo en Purdue, dio también cursos de Taijiquan, acreditados por el colegio. En mayo de 1978, recibió el grado de Dr. en Física, en la especialidad de Ingeniería Mecánica, por la Universidad Purdue.

En 1980, el Dr. Yang se trasladó a Houston para trabajar en la compañía Texas Instruments. Allí fundó la Academia Yang de Kung Fu Shaolín de la que, cuando él se trasladó a Boston, en 1982, se hizo cargo su alumno, el Sr. Jeffery Bolt. El 1 de octubre de 1982, fundó en Boston la Academia Yang de Artes Marciales (YMAA).

En Enero de 1984 abandonó su carrera de ingeniero para dedicar más tiempo a la investigación, a la escritura y a la enseñanza. En marzo de 1986 adquirió una propiedad en la zona de Boston conocida como Jamaica Plain, para utilizarla como sede central de la nueva organización, la Asociación Yang de Artes Marciales. La organización siguió expandiéndose y , el 1 de julio de 1989, la YMAA se convirtió en una rama de la Asociación Yang de Artes Orientales, Inc. (YOAA, Inc.).

En resumen, el Dr. Yang ha estado dedicándose al Wushu chino desde 1961. Durante este tiempo, dedicó trece años al aprendizaje de la Grulla Blanca de Shaolin (Bai He), el Puño largo de Shaolin (Changquan) y el Taijiquan. El Dr. Yang tiene más de treinta años de experiencia en la enseñanza: siete años en Taiwan, cinco años en la Universidad Purdue, dos años en Houston (Texas) y, desde 1982, en Boston (Massachusetts).

El Dr. Yang ha sido invitado a ofrecer seminarios por todo el mundo para compartir su conocimiento de las artes marciales chinas y del Qigong. Entre los países que ha visitado están Canadá, México, Francia, Italia, Polonia, Inglaterra, Irlanda, Suiza y Alemania.


miércoles, 1 de junio de 2011

El Aikido, el camino de la armonia


El Aikidō (合気道、合氣 "el camino de la energía y la armonía") es un gendai budō o arte marcial moderno del Japón. Fue desarrollado inicialmente por Morihei Ueshiba (1883-1969), aproximadamente entre los años de 1930 y 1960. 

La característica fundamental del Aikido es la búsqueda de la armonización/ neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo; propiciando la educación del instinto propio, la auto-reflexión y la evolución del oponente. En lugar de "simplemente" destruirle o humillarle; buscando a su vez el propio crecimiento personal. Formándonos como personas valiosas para la sociedad.

El gran maestro (llamado también O-sensei) Morihei Ueshiba desarrolló el Aikido tras estudiar en varias escuelas de artes marciales japonesas de combate, con y sin armas; entre ellas están: Hōzōin-ryū Sojutsu (Lanza) Tenjin Shin' Yo Ryu Jujutsu (lucha) con Tokusaburo Tozawa en 1901, Gozo-Ha Yagyu Shingan Ryu kenjutsu (sable) con Masakatsu Nakai entre 1903 y 1908, Judo con Kiyoichi Takagi en 1911 y durante un tiempo Daitō-ryū aiki-jutsu con el famoso Sōkaku Takeda, hasta que este le expulso.


El Aikido y su eficacia en combate


Los aikidokas experimentados saben que esta cuestión es mucho menos relevante de lo que podría parecer. Sin embargo, en una cultura como la occidental, orientada esencialmente a resultados prácticos e inmediatos, es inevitable que nos planteemos y nos planteen constantemente este tema.

Hay varios motivos por los que se podría dudar de la efectividad del Aikido como técnica de combate. En primer lugar, es muy frecuente que oigamos el comentario de que parece que las técnicas están “coreografiadas” y que no son reales. Esta crítica encierra un punto de verdad y cualquier aikidoka es perfectamente consciente de cuáles serían las consecuencias si uke ejecuta un ataque sin ningún control (porque una técnica de aikido es tanto más efectiva en cuanto mayor ímpetu encierra el ataque) y/o no sabe recibir adecuadamente la técnica. En el mejor de los casos, acabaremos con alguna contusión o distensión leve. En el peor, con alguna lesión articular o cervical grave. En cambio, este factor se atenúa con los años de entrenamiento ya que uke aprende a controlar las consecuencias que una técnica puede tener sobre él y precisamente eso permite a tori ejecutar la técnica con mayor eficacia.

En segundo lugar, es importante tener en cuenta que las técnicas de aikido se realizan contra ataques “idealizados” y alejados de los ataques que recibiríamos en una pelea en la calle. Eso ha motivado que algunas escuelas de Aikido hayan incluido otro tipo de ataques. Sin embargo, el tipo de ataque es menos relevante de lo que se podría pensar porque algunos de los conceptos básicos del aikido hacen referencia a
nuestra colocación respecto al atacante y la línea de ataque pero también a nuestra capacidad de anticipación. Estos conceptos son constantes independientemente del tipo de ataque y por lo tanto aplicables a todo tipo de situaciones. Además, aunque al principio de nuestra instrucción los ataques son muy lentos y marcados, a medida que progresamos, los ataques deben ganar en rapidez, fuerza e intención, ayudando al aikidoka a adaptarse a un número cada vez mayor de ataques y situaciones.

Por último, muchas de las técnicas en Aikido (especialmente si nuestro nivel no es muy elevado) requieren la aplicación previa de un atemi (golpe o ataque) para ser efectivas. Los atemis suelen omitirse en los entrenamientos para evitar posibles lesiones. 

Teniendo en cuenta lo que hemos explicado, se podría argumentar que estos aspectos limitan considerablemente la efectividad del aikido como técnica de combate. Parcialmente puede ser así, pero también debemos pensar que O Sensei, en el momento de desarrollar el Aikido, partió de técnicas que esencialmente buscaban ser efectivas. Sin embargo, es imprescindible tener que en cuenta que O Sensei eligió deliberadamente que el Aikido se convirtiera en algo más que en un “arte marcial efectiva”. Por lo tanto, es muy posible que otras artes marciales puedan ser más efectivas en combate. 

Si lanzamos un puñetazo o una patada, quizá no seamos completamente eficaces neutralizando a nuestro adversario, pero lograremos parcialmente nuestro objetivo. En Aikido, en cambio llevar a cabo, es prácticamente imposible realizar una técnica de forma efectiva sin tener un cierto control sobre conceptos como el ritmo, la extensión, el centro, el momento de entrada (irimi), la anticipación, la estabilidad, la unión, etc... Alcanzar una mínima comprensión de estos conceptos a la mayoría nos lleva años de entrenamiento.

Sin embargo, y precisamente porque desde el principio ya se hace mucho hincapié sobre los conceptos básicos que se encuentran en la base de prácticamente cualquier marcial, una vez poseamos un cierto nivel de control sobre los mismos, nuestro nivel de efectividad se incrementará de forma dramática. Irónicamente, cuando lleguemos a este punto muy probablemente nos encontremos con que nunca más debamos aplicar el Aikido a una situación de combate. La anticipación perfecta consiste en anticiparse al combate en sí, la unión perfecta consiste en conseguir entender tan bien a nuestro oponente que la agresión deja de ser necesaria. 

En cualquier caso, una de las grandes ventajas del Aikido es su maleabilidad y la facilidad para adaptarla a nuestra personalidad, intereses y objetivos. Probablemente, si nuestro interés es aplicarla en situaciones de combate, llegaremos a conseguir que nuestro Aikido sea altamente efectivo. Si nuestro interés recae más en los aspectos filosóficos y espirituales de este arte marcial el Aikido será una herramienta de desarrollo mucho más que un conjunto de técnicas de combate.

A este respecto, O Sensei expresó muy claramente cuál era su predilección al hablar sobre el concepto del Budo:

“Estás en un error si crees que el Budo significa tener oponentes y enemigos, y ser fuerte y cruel con ellos. La verdad del Budo es ser uno mismo con el universo, esto es, estar en unión con el centro del Universo”.


Mi experiencia personal con el Aikido

Ahi van 2 añitos de mi vida...
Hace ya algunos años tome clases de Aikido en un dojo cercano, muy interesado en el arte de Morihei Ueshiba. Durante dos años de entrenamiento aprendí a familiarizarme con la etiqueta, historia y técnicas más básicas de este arte marcial… y lo abandoné.

Me explicare. En un principio me atrajo del Aikido su filosofía de “evitar la agresión anulando al adversario", no con violencia, sino con técnica, utilizando su fuerza y agresividad contra el mismo. Este concepto tan civilizado es realmente practico en la sociedad moderna, ya que le protege a uno frente a la ley en caso de tener que repeler una agresión, además, el Aikido no es un sistema físicamente exigente, lo cual era otra ventaja mas, ya que tristemente, en la vida siempre hay alguien mas fuerte que tu.

Por si fuera poco, en el Aikido se “entrenaba” el uso de algunas armas japonesas, como el sable (Bokken), el Bo (palo largo) y el Yo (palo corto), a parte de desarmes de cuchillo (Tanto). Lo cual seria mi primer contacto con la lucha con armas.

Por todas estas cosas, parecía el arte marcial perfecto, pero tristemente me decepciono… un día me percate de que por las peculiaridades de su entrenamiento (comentadas antes en este articulo) y tras dos años de esfuerzo no sabia defenderme mejor que antes de iniciarme en el. Mi forma física era muy similar, y las técnicas que había aprendido eran extremadamente difíciles de aplicar en una situación real… y lo peor de todo es que aparentemente muchos de mis compañeros de dojo (algunos mucho mas experimentados que yo) tampoco parecieran lograrlo con la solvencia necesaria.

Aun con todo, sigo pensando que el arte del Aikido si puede llegar a ser un arte marcial eficaz fuera del dojo, pero sin duda es un sistema que, ya sea por su sistema de aprendizaje, ya por su propia concepción, es uno de los sistemas que tiene mayor curva de aprendizaje, y que si realmente se quiere utilizar como sistema de defensa personal, exigirá al aikidoka experto una aproximación mucho mas dura y realista a sus técnicas.